Uso del scrap en la transición hacia una industria sustentable

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Uso del scrap en la transición hacia una industria sustentable

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Prácticas de recolección y reciclaje de metales, se transforman en nueva materia prima, reduciendo costos y emisiones.

La sostenibilidad ambiental se ha convertido en un pilar fundamental para las industrias a nivel global y la industria metalmecánica no es la excepción. El uso de scrap, o chatarra reciclada, en la fabricación de nuevas piezas se ha consolidado como una estrategia viable para la reducción de costos y como un componente clave en la reducción del impacto ambiental.

Los desechos de materiales se generan principalmente durante los procesos de corte, mecanizado, estampado y fundición de metales; pueden incluir scrap de metales ferrosos y no ferrosos. Ellos son recolectados y gestionados como parte integral de la cadena de reciclaje industrial; es ahí donde los talleres y plantas metalmecánicas desempeñan un rol crucial al incorporar prácticas de recolección, clasificación y procesamiento de residuos metálicos. Estos materiales son enviados a centros de reciclaje, donde se funden y transforman en nueva materia prima, lo cual permite cerrar el ciclo de producción.

Empresas como Metales de Baja California, Foremex, Protoss Metales, entre otras llevan a cabo una serie de actividades específicas que incluyen la recolección, clasificación, procesamiento y reutilización de metales, como aluminio, cobre y acero inoxidable, contribuyendo a la disminución de residuos y al ahorro de recursos naturales. Estas recicladoras gestionan el material que luego será fundido, deshidratado o compactado, según su tipo, para generar nueva materia prima para las empresas.

¿Cómo es el proceso?

Recolección y clasificación

El reciclaje de metales comienza con la recolección de materiales mediante equipos especializados, como tractocamiones y montacargas, para una logística eficiente. Los metales recolectados, tanto de entornos urbanos como industriales, se clasifican según sus propiedades físicas y químicas, esta es clave para asegurar un tratamiento adecuado, eliminando impurezas y optimizando su reutilización en etapas posteriores del reciclaje.

La clasificación principal distingue entre dos tipos de scrap:

Metales ferrosos: contienen hierro como componente principal.
Metales no ferrosos: no contienen hierro y comprenden materiales como aluminio, cobre, plomo, níquel, estaño y zinc, que son esenciales en varios procesos industriales.

Compactación y procesamiento

Tras la clasificación, los metales se compactan con prensas hidráulicas para facilitar su transporte. En las plantas de fundición, se funden a altas temperaturas, eliminando impurezas y preparándolos para su reutilización, reduciendo la extracción de metales vírgenes y conservando recursos naturales.

Aluminio, un material con alto potencial e impacto de reciblabilidad

El reciclaje de aluminio ofrece beneficios ambientales significativos, ya que al utilizar scrap en lugar de aluminio primario, se reduce la necesidad de extraer bauxita, el mineral del cual se obtiene este metal. Dicha extracción consume una gran cantidad de energía, generando residuos y emisiones de dióxido de carbono (CO₂) considerables. Según el American Iron and Steel Institute por cada tonelada de aluminio reciclado, se estima un ahorro del 95 % de energía respecto a la producción de aluminio nuevo, además de evitar la emisión de aproximadamente 11 toneladas de CO₂.

Según el Observatorio de Complejidad Económica (OEC), México exportó en 2022 un total de $787 millones en aluminio de chatarra, posicionándose como el séptimo mayor exportador a nivel global. Ese mismo año, el scrap de aluminio ocupó el puesto 101 entre los productos más exportados del país. Los principales destinos de estas exportaciones fueron Estados Unidos, que recibió $435 millones, seguido de Brasil con $203 millones, Grecia con $42,3 millones, Corea del Sur con $18 millones e India con $14 millones.

En 2023, la producción de aluminio en México creció un 18 %, según datos de la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio (Canalum), en gran medida gracias a la demanda de materiales reciclados por parte de empresas automotrices que buscan reducir tanto costos como su huella de carbono.

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Caso de éxito en reciclaje y sostenibilidad

ABC Aluminum Solutions, con sede en Tijuana, es un ejemplo destacado de integración exitosa del reciclaje de aluminio en operaciones industriales. La empresa fabrica perfiles y productos de aluminio de alto valor agregado para industrias como la automotriz, la construcción y las energías renovables. Su proximidad a la frontera con California le brinda una ventaja competitiva, permitiendo tiempos de entrega rápidos al mercado norteamericano.

Comprometida con la sostenibilidad, ABC colabora con una consultoría suiza para reducir sus emisiones de CO₂ y está desarrollando el centro Super Green Aluminum, que triplicará su capacidad de reciclaje. Esta instalación procesará scrap del sur de California para producir 10 millones de libras de aluminio reciclado certificado al mes.

Aluminio reciclado en la industria automotriz

La industria automotriz es uno de los mayores consumidores de aluminio reciclado, lo utiliza para reducir el peso de los vehículos y mejorar la eficiencia de combustible. En este sentido, en el contexto de la creciente adopción de vehículos eléctricos, la demanda de aluminio reciclado es aún mayor. En consecuencia, ABC Aluminum Solutions trabaja con importantes fabricantes de automóviles, entre los que se encuentran Ford, Tesla y Cadillac, a quienes suministra componentes de aluminio para baterías y estructuras de vehículos.

Además, la empresa está desarrollando nuevos productos, como tapas plegables para la caja de pick-ups y estribos para camionetas, que integran procesos completos de fabricación en sus instalaciones, desde el corte y maquinado hasta la soldadura y pintura. Este enfoque integral no solo mejora la calidad del producto final, sino que también asegura un control total sobre el proceso de producción, garantizando la satisfacción del cliente.

Un futuro más verde y eficiente

El reciclaje de metales, especialmente el aluminio, se presenta como una solución clave para impulsar la sostenibilidad en la industria metalmecánica, reduciendo costos y emisiones de CO₂. Sin embargo, aún queda camino por recorrer en cuanto a la optimización de la cadena de suministro para que los materiales reciclables lleguen de manera eficiente a las empresas que los procesan. Además, es fundamental democratizar el conocimiento sobre este proceso, ampliando su alcance más allá de las zonas industriales y de México, para que sea una práctica global que incluya incluso a las regiones más remotas, generando un impacto positivo a nivel mundial.