México e Indonesia compiten por atraer inversión estadounidense

Frente a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, las empresas estadounidenses buscan nuevos destinos fuera de territorio chino.

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México e Indonesia son dos de los destinos más atractivos para las empresas estadounidenses de manufactura que planean diversificar sus cadenas de suministro fuera de China.

En vista de que el conflicto comercial entre Estados Unidos y China no disminuye, ambos países cuentan con ventajas para atraer a empresas que buscan hacer offshoring de sus operaciones en territorio chino.

México por una parte, además del tratado comercial con Estados Unidos, tiene una industria manufacturera que ya está familiarizada con el mercado estadounidense. Indonesia, en cambio, ofrece bajos costos salariales, un clima de inversión atractivo, un enorme mercado interno y acceso a los mercados del sudeste asiático. 

“México e Indonesia compiten por la inversión extranjera directa y se han convertido en centros regionales de fabricación. Los dos países han sido promocionados como alternativas para las empresas estadounidenses con operaciones de fabricación en China en medio de una guerra comercial en curso entre Washington y Beijing”, asegura un artículo de la consultora Dezan Shira & Associates, que asesora a inversionistas extranjeros en Asia.

Al hacer un comparativo entre ambas economías, la consultora destaca que México es el país número 15 por producción manufacturera y ofrece costos laborales similares a los de China. 

También destaca que desde la década de 1990, ha sido el destino del offshoring para empresas de Estados Unidos que han aprovechado los beneficios del TCLAN y ahora Tratado México, Estados Unidos, Canadá (TMEC), además de su proximidad geográfica.

Dezan Shira & Associates menciona como fortaleza de México su familiaridad con las marcas estadounidenses y los incentivos comerciales que han reducido de forma significativa los costos de logística. Además tiene la capacidad de incorporar prácticas de manufactura just-in-time en la cadena de suministro.

La desventaja del país, de acuerdo con la consultora, es que si bien representa una base atractiva para el mercado norteamericano, no lo es para las empresas estadounidenses que atienden a los mercados de la Asociación de Naciones de Asia Sudoriental (ASEAN) y Europa.

Aún así, México cuenta con gran experiencia en industrias de alta tecnología como la automotriz, electrónica, aeroespacial y dispositivos médicos. Cuenta con una fuerza laboral altamente calificada de alrededor de 2.3 millones de personas.

Se destaca que la semana laboral en territorio mexicano es 16% más larga que en Estados Unidos, con 48 horas semanales y un salario promedio por hora de USD 3.50 para un operador de nivel inicial.

Entre los incentivos relevantes que ofrece el gobierno mexicano para atraer inversionistas está el Programa IMMEX, antes llamado Programa Industria Maquiladora, que permite a los fabricantes extranjeros importar materias primas y componentes libres de impuestos y aranceles.

Otra ventaja de México es la facilidad para establecer una empresa que puede llevar entre dos y tres semanas. Una más tiene que ver con su infraestructura, con una extensa red vial que comunica todos los puntos del país, incluyendo carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos. Además, este año se anunció una inversión de USD 38,600 millones para modernización de esta infraestructura.

Por su parte, Indonesia ofrece como atractivo un extenso mercado interno y la entrada a los mercados del sudeste asiático para las empresas estadounidenses que buscan deslocalizar sus operaciones desde China.

Indonesia ocupa el décimo lugar como país manufacturero. Su industria de manufactura representa una cuarta parte del PIB total del país. Cuenta con una base de 25 millones de trabajadores manufactureros.

“La capacidad de producción de Indonesia ahora es mayor que los sectores de manufactura de Rusia y México”, asegura Dezan Shira & Associates.

Entre sus ventajas está el decidido apoyo del gobierno de Indonesia a la inversión y el desarrollo industrial del país. Una de sus iniciativas es “Making Indonesia 4.0”, para impulsar el crecimiento económico. Esto involucra tecnología digital, biología y automatización de hardware, con especial enfoque en industrias como la textil, alimentos y bebidas, electrónica, automotriz y productos químicos.

Los incentivos a la inversión extranjera incluyen la reducción de la tasa del impuesto de sociedades por un periodo de entre 5 y 20 años. Indonesia cuenta además con 19 zonas económicas especiales (ZEE) que se crearon precisamente para atraer a inversionistas externos. 

Estas ZEE priorizan industria como la de manufactura, marítima, y transporte, entre otras. El monto de inversión también va de la mano con otros tantos incentivos y excenciones de impuestos.

La consultora considera que si bien Indonesia ha hecho esfuerzos por facilitar la apertura de empresas, hace falta hacer más. También en necesario mejorar su infraestructura, aunque el gobierno actual ya ha anunciado una inversión de USD 400,000 millones que incluye 25 nuevos aeropuertos, más de 2,000 km de carreteras y 3,000 km de nueva red ferroviaria.

“Actualizar la infraestructura de Indonesia es vital para reducir los costos logísticos y hacer que el país sea competitivo entre sus pares de la ASEAN (…) Actualmente sus costos logísticos son los más altos de la región”, dice el informe de la consultora.

Lo que es un hecho, de acuerdo con Dezan Shira & Associates, es que Indonesia está atendiendo algunos obstáculos que podrían afectar el atractivo para las empresas extranjeras.

En este escenario, México e Indonesia son dos alternativas importantes para ser considerados por empresas estadounidenses que planean sacar sus operaciones de manufactura de China.