Economía circular como motor de competitividad en el nearshoring
Economía circular como motor de competitividad en el nearshoring
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La economía circular constituye una estrategia de competitividad, representando tanto esfuerzos como ventajas para las industrias
Esto se debe a que promueve un paradigma de producción innovador, en contraposición al modelo lineal tradicional basado en la extracción y procesamiento de nuevos materiales.
La economía circular beneficia a las empresas mediante la reducción de costos; implica una nueva línea de producción y el uso eficiente de materias primas, considerando el impacto en el medio ambiente. Este modelo incluye la recuperación del material y su posible reintegración a la cadena de valor. Su propósito es disminuir el impacto ambiental sobre los recursos naturales, cada vez más escasos.
Existen diferentes acciones que las empresas pueden tomar para sumarse a la economía circular, como adoptar modelos de arrendamiento, simbiosis industrial y el uso de energías renovables, entre otras.
Simbiosis industrial, oportunidad para el nearshoring
La simbiosis industrial representa una innovación clave en las colaboraciones empresariales, transformando residuos sin valor para una empresa en recursos valiosos para otra. Este enfoque es especialmente viable en parques o conglomerados industriales, donde la cercanía física entre empresas de distintos sectores facilita la reutilización de desechos, como insumos para otros procesos.
En el marco del nearshoring en México, esta práctica se erige como una oportunidad estratégica para fortalecer la cadena de suministro local, promoviendo la reducción en el consumo de materiales vírgenes y energía.
Al aprovechar la simbiosis industrial, México no solo avanza hacia una economía más verde y eficiente, sino que también mejora su competitividad en el ámbito internacional, abriendo nuevas avenidas para la colaboración y la sostenibilidad industrial.
Modelos de arrendamiento, acciones sostenibles
Desde otra perspectiva, las compañías están comenzando a reinterpretar algunos productos como servicios, dando lugar a modelos de arrendamiento que prescinden de la adquisición tradicional de bienes.
En estos modelos, los productos se arriendan por un período determinado, y al concluir su vida útil, el fabricante se encarga de su recuperación para reciclarlos, reutilizarlos o integrarlos en la producción de nuevos productos.
Este enfoque no solo promueve la desmaterialización y el avance hacia la descarbonización, sino que también ofrece ventajas competitivas significativas.
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La industria automotriz ya tomó acciones
La industria automotriz ha tomado un papel protagónico hacia una economía sostenible, consciente de que los vehículos son una de las principales fuentes de contaminación a nivel global.
Frente a esto, el sector ha centrado sus esfuerzos en producir automóviles menos contaminantes, utilizando materiales más limpios y recursos naturales renovables. Numerosas compañías están priorizando la sostenibilidad, con el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono y minimizar sus emisiones contaminantes.
Un elemento clave en esta estrategia es el establecimiento de códigos de conducta para proveedores, enfocados en 'Ética, integridad y sustentabilidad'. En Europa, estas compañías han unificado sus esfuerzos bajo estos marcos, que dictan acciones específicas para proteger el medio ambiente, incluyendo la gestión del agua y la calidad del aire, entre otras.
La responsabilidad del diseño circular
Aunque estos códigos puedan resultar amplios, destaca entre sus directrices la obligación de las empresas de minimizar la huella ambiental, de sus productos durante todo su ciclo de vida.
La transparencia acerca de la contaminación generada al concluir el ciclo de vida del producto, su disposición final, y las estrategias para prevenir la contaminación ambiental, es esencial. Esto incluye la exploración de métodos para reintegrar o reutilizar materiales, representando un desafío significativo en el diseño, el cual debe incorporar consideraciones de sostenibilidad desde la selección de materiales, hasta su implementación en la manufactura, enfocándose en la reducción del uso de recursos.
Un enfoque integral en el diseño sostenible no solo reduce el impacto ambiental, también promueve la innovación en la creación de productos, que sean tanto funcionales como ecológicos.
Las empresas que adoptan estos principios no solo lideran el camino hacia una mayor sostenibilidad, sino que también se posicionan favorablemente ante consumidores cada vez más conscientes del medio ambiente.
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