Falcon Tools: de afiladores de herramientas a fabricantes de maquinaria

“Un buen dí­a pensé en formar una empresa para dedicarme a lo que mejor sé hacer: herramientas de corte”. Así­ es como arranca su historia Ramón López Falcón, director y fundador de la firma Falcon Tools, quien comenzó su aventura como empresario hace más de una década, cuando dejó las filas de la empresa Elmec.

Aunque recientemente instaló su planta en Pachuca, Hidalgo, Falcon Tools comenzó operaciones en uno de los parques industriales de la capital del estado de Querétaro. En 2007, Ramón López invirtió 400,000 pesos (sumó 200,000 pesos más de un socio) para comprar algunas máquinas y arrancar así­ sus operaciones. “Compré dos afiladoras y una rectificadora cilí­ndrica usadas. Las restauré y comencé a ofrecer servicios de rectificado”.

La empresa nació “con la torta bajo el brazo”. Casi simultáneamente al arranque, López fue contactado por la empresa Quimmco, asentada en Saltillo, Coahuila. Ahí­ le ofrecieron contratarlo y le compraron 51% de su empresa. De esta manera, desde sus inicios, Falcon nació cobijada por un asociado con músculo y, además, con un flujo de órdenes de trabajo relativamente asegurados. “Tú puedes seguir teniendo tu empresa y trabajar aquí­”, le indicaron los directivos de la empresa hermana de Sisamex y lo dejaron a cargo de la planta de herramientas de corte.

Y así­ empezamos, con dos afiladoras y una rectificadora, y comenzamos a ofrecer servicios de afilado de herramientas con alta calidad y en lotes pequeños. Nos concentramos en añadir un alto valor y en operaciones donde nosotros podrí­amos ser competitivos”. Es así­ como el ingeniero egresado del Tecnológico de Pachuca se enfocó en un nicho donde las máquinas CNC no son la mejor opción y donde se requiere un trabajo más intensivo de mano de obra con volúmenes más bajos. “Hacemos lotes de 20 o 30 piezas y en ocasiones de una sola herramienta. Aunque también hemos tenido clientes que nos piden lotes de hasta 300 piezas, como algunos de la industria del hule, para los que fabricamos navajas para cortar polí­meros para retenes de flechas para la industria automotriz (como Audi y BMW)".

López agrega que dichas navajas de carburo tienen un perfil muy especial, pero solí­an importarse desde Estados Unidos. “Nosotros hicimos herramientas con las que mejoramos el proceso, el rendimiento y la calidad de sus productos. Los cambios que hicimos fueron en el acabado y en el proceso. Pero aclaro que no fue un tema de precio, pues incluso nuestras navajas resultaron tener un precio más elevado”.

De esta manera, Falcon Tools comenzó a encontrar su nicho y a darse cuenta que más allá del afilado podrí­an tener oportunidades en la fabricación de herramientas. De hecho, la empresa no ha dejado de crecer desde su fundación. “El primer año logramos crecer 100%, para el segundo año, crecimos 50% y, desde entonces, hemos mantenido crecimientos anuales en el orden de 15%”, comenta López, quien cuenta con una maestrí­a en Administración por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El empresario considera que además de la experiencia y de los trabajos de ingenierí­a, el gran reto ha sido desarrollar un nicho donde el servicio es fundamental, pues se trata no de vender una herramienta, sino de resolver un problema real que está costando dinero al cliente. “Muchas veces tienen problemas de desempeño o tienen una necesidad especí­fica y necesitan entender cuál es. En cierta ocasión, nos acercamos a un cliente que tení­a problemas con el acabado de sus piezas. Me llamaron, revisé los filos de las navajas y les di un afilado, pero me di cuenta que las navajas no eran el problema, sino que eran las condiciones de su mandril. Así­ que les sugerí­ algunas alternativas. Ahora esta empresa me compra las navajas a mí­, no por la navaja, sino por la calidad del servicio y la asesorí­a. Así­ que, de brindar un servicio de afilado, empezamos a fabricar sus navajas”.

"Es cierto que mis máquinas son de menor nivel que los modernos centros de maquinado o rectificado CNC, pero lo cierto es que en mi nicho no las requiero, debido al tipo de aplicaciones en los que estamos enfocados”, advierte López. “Usamos la tecnologí­a justa para aquello donde realmente podemos agregar valor. De hecho, si me solicitan una herramienta donde se requiere de un equipo de cinco ejes con software sofisticado, entonces de inmediato reconozco que no es ahí­ donde soy competitivo, nosotros no vendemos ni facturamos tecnologí­a”.

Falcon Tools mantiene una producción constante de entre 30 y 50 lotes mensuales, lo que le proporciona una facturación estable. En 2016 se implementó una reestructuración y Ramón López decidió dejar definitivamente Quimmco, recuperar el 100% de su empresa y dedicarse de lleno a su negocio. También invirtieron en una máquina usada de rectificado cilí­ndrico sin centros, proveniente de Austria, la cual tienen por ahora detenida. De hecho, López considera que su planta se encuentra en estos momentos en un 70% de su capacidad total, lo cual podrí­a cambiar en 2017, año en el que espera crecer su facturación en un 50%.

El empresario considera que actualmente existe en México una gran oportunidad para desarrollar mercado, pues muchas herramientas se están importando de Estados Unidos y de Europa y para prácticamente todas las industrias. En su escritorio, tiene algunos proyectos ya en desarrollo, como el de una empresa de San Luis Potosí­ que le ha encomendado el desarrollo de unos peines para hacer tornillos de acero inoxidable para huesos humanos. “Antes se hací­an en Alemania pero el costo es muy alto y es crucial que se les empiece a proveer localmente”.

Del afilado a la fabricación

“A mí­ me gusta más la ingenierí­a que el dinero”, asegura Ramón López al explicar que antes que pensar en lo que deberí­a cobrar por el afilado de una herramienta, en su cabeza solo rondan ideas sobre las soluciones más factibles para asegurar el desempeño más óptimo de los procesos de sus clientes.

La experiencia que la empresa ha logrado en poco más de una década abarca prácticamente todos los nichos industriales. Desde el afilado de machuelos dañados, hasta cortadores para la industria del plástico.

Nos enví­an muchos lotes de machuelos dañados, que reparamos si es posible. “En ocasiones ya no es conveniente porque el daño o desgaste es muy grande y ponemos en riesgo la calidad de sus componentes”.

Para la industria automotriz, tienen rimas especiales y peines usados en la manufactura de bielas y pistones. Muchas de estas herramientas provienen de los mismos fabricantes que encuentran en Falcon Tools un apoyo para estos servicios de reacondicionamiento, pero que por razones de confidencialidad no se pueden describir en este artí­culo.

De la misma manera, también proveen herramientas para la fabricación de componentes aeroespaciales, de la industria del plástico, dispositivos médicos y de gas y petróleo. A estas industrias, les suministran brocas, peines, brochas, rimas, cuchillas y cualquier cantidad de herramientas de corte.

Sin embargo, en algún momento este servicio pasó del afilado y reacondicionamiento a la manufactura, cuando empresas empezaron a requerir productos especiales que no habí­a en el mercado o cuya disponibilidad resultaba muy costosa o no cumplí­a con las expectativas de los productos finales.

Para López esto fue como meter a un niño en un campo de juegos, pues su gusto por la ingenierí­a de herramientas de corte encontró ahí­ una oportunidad inigualable. En una ocasión en Quimmco, recuerda, “nos mandaron hacer unas piezas muy complejas. No me fue fácil, después de tres intentos, lo logré, pero me quedé muy bajo en la cotización. Así­ que quedé frustrado; sin embargo, el fabricante, que llevaba 10 años buscando proveedor en México pidió una cita con nosotros. í‰l creí­a que lo que le entregamos lo habí­amos mandado traer de Estados Unidos. Al ir a la planta, se dio cuenta, al ver nuestro scrap y nuestros diseños, que el producto se habí­a desarrollado en nuestra planta. No solo nos empezó a comprar, sino que además nos pagó las piezas a un precio que estaba muy por encima de lo que yo habí­a cotizado”.

Ahora hacemos brochados para pistones para empresas como Kolben Smith y Moresa, los cuales tienen mucho valor agregado y me dejan mayor utilidad”, comenta López. “A partir del material gris (y con rebaba), se generan los diámetros guí­a, muescas, desahogos, ángulos de corte con afilados, ranuras, planos de arrastre etcétera; para ello se realizan operaciones de fresado y rectificados cilí­ndricos con configuraciones que requieren hasta un cuarto eje”.

Otro caso de la capacidad y enfoque de Falcon Tools está en la industria petrolera, con un cliente de Quimmco que requerí­a una rosca especial que, aunque parecí­a ser una ACME, los grados de sus hilos variaban en un grado. “El cliente pedí­a cambiar dos décimas en la esquina del radio de la rosca, en lugar de 0.3, solicitaban 0.5, y la herramienta para hacerla no se encuentra en ningún catálogo. Con ella se hací­an piezas de 200 kilos de peso. Cualquier error serí­a muy costoso. Yo mismo hice la herramienta y pude perfilar el radio”.

El director de la empresa explica que ellos crean soluciones a partir de información como los datos de la máquina, de la herramienta, el volumen de producción, el material a cortar, las caracterí­sticas y parámetros geométricos de la pieza y a partir de ahí­ hacen el análisis para generar el diseño de la herramienta. “A mí­ me gustan los procesos de rectificado. La construcción de herramientas, desde una pieza hasta la cantidad que requieran. El proceso de rectificado es el alma de la herramienta”.

Hecho en casa

“La simplicidad es la máxima sofisticación”, es una de las frases favoritas de Ramón López, quien lo lleva a la práctica en los equipos que usa en su planta. “Yo hago las máquinas especiales para mis aplicaciones de la manera más sencilla posible y de esta manera obtengo también una mayor rentabilidad”.

Ahora tiene una máquina con la que hará solamente canales y que prevé que será más eficiente que cualquier máquina de marca de 5 ejes, pues están diseñadas para hacer una herramienta en un solo set up, pero sacrifican otros recursos. También compró una máquina de rueda de diamante para realizar tareas de rectificado sin centros, la cual está adecuando para entrar en marcha en algún momento de este año. “La idea es lograr operaciones más eficientes y no solo comprar máquinas sofisticadas, pues nos salimos de nuestro mercado”.

De hecho, su primera rectificadora ya fue reconstruida en 2011. Le retiraron volantines, torretas, motores, palancas, etcétera; para luego colocar un control numérico, dos servomotores y sistemas eléctricos que la hicieron automática y más versátil. “En esta máquina podemos ahora trabajar perfiles de varios diámetros en un solo montaje y con una mayor precisión”.

Con el tiempo, la planta se ha ido equipando con sistemas ópticos, un centro de maquinado CNC, afiladoras, fresadoras y tornos, pero la gran mayorí­a de ellos han sido acondicionados para adecuarse al crecimiento y requerimientos especí­ficos de su producción.

En una máquina de rectificado plano, por ejemplo, “la acondicionamos para convertirla en control numérico, pero lo fundamental en esta máquina fue agregarle reglas digitales para no arriesgarnos a una mala lectura del encoder debido a los juegos normales del husillo o la tuerca. De esta manera, es la regla la que manda la señal al control y de esta manera se determina el desplazamiento real. Ahora es una máquina mucho más fina”, agrega López.

Tanto va el cántaro al agua…

Empezaron afilando herramientas, después las rediseñaron para posteriormente hacer sus propias herramientas. Sus viejos equipos de rectificado fueron siendo adecuados y ahora sus sistemas, aunque no de última generación, cuentan con tecnologí­a CNC y actualmente  en Falcon Tools están fabricando su propia máquina: el sistema de maquinado Process 5.

Esta máquina la concebí­ hace casi 15 años, pero fue hace 5 apenas que empecé a construirla”, comparte el director de la empresa. “En una plataforma de 3 ejes desarrollamos una configuración que permite hacer una operación de torneado (pues un torno requiere 2 ejes, dos grados de libertad a parte del husillo). Para un fresado o maquinado vertical se requieren tres ejes. Y la configuración da para hacer un centro de maquinado. En un rectificado cilí­ndrico plano necesito también tres ejes, y pongo el husillo de una manera tal que pueda realizar una operación de rectificación plano. Si quiero realizar un rectificado cilí­ndrico necesito dos ejes y un husillo para rectificado. Tengo tres ejes en la misma plataforma, solo tengo que colocar mis dispositivos y accesorios acorde a la operación que desee”.

Continua que, para realizar un rectificado cilí­ndrico interior, “es posible con la misma configuración, pero con un husillo de altas revoluciones para poner una punta montada. Para hacer un afilado tengo tres ejes y puedo meter un cuarto eje y se configura especialmente para hacer un afilado de cualquier herramienta”.

La máquina puede realizar cinco procesos CNC: torneado, fresado, rectificado cilí­ndrico exterior e rectificado cilí­ndrico, rectificado plano y afilado. “Nosotros podemos hacer lo que queramos con ella porque nosotros mismos hacemos la programación con códigos G. Es una máquina que hoy trabaja en una planta de herramientas de corte y fabrica herramientas de corte”.

López está optimista con que sus servicios y sus productos seguirán teniendo cabida en el mercado, y aunque su Process 5 aún no está a la venta, no duda que pronto empiece a colocar algunas máquinas. “Hay mercado, pues se está buscando la sustitución de importaciones. A las empresas establecidas en México les conviene tener un mayor número de proveedores nacionales o locales. La oportunidad está ahí­, solo tenemos que ponernos a hacer ingenierí­a”.