Proyecciones de la industria automotriz mexicana a 2020

Actualmente México tiene en marcha un plan de inversiones que le permitirá alcanzar una producción de 5 millones de automóviles para 2020; es decir, 1.8 millones más sobre los 3.2 millones producidos en 2014.

Para entender cómo se estableció esta ambiciosa meta y qué planes de acción se llevan a cabo, es importante recordar que el proceso de fortalecimiento de la industria automotriz mexicana se inició con la regionalización de los mercados, a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte –NAFTA, por sus siglas en inglés- en 1988, el cual impulsó la industrialización del país y redujo su dependencia económica del petróleo.

Tras la firma del tratado, y durante las últimas décadas, México pactó acuerdos comerciales con otras regiones, como Japón, China, la Zona Euro y América del Sur. Estas alianzas consiguieron la eliminación de los aranceles en la importación de maquinaria y equipo de alta tecnología, y la fijación de  normas preferenciales a las exportaciones mexicanas. Actualmente, el país se encuentra en la fase final de negociación del tratado Asia-Pacífico, cuya firma complementaría su apertura comercial al mundo.

Este recuento de los acuerdos de libre comercio alcanzados, demuestra que en menos de 30 años México ha puesto “manos a la obra” en el proceso de instalación de plantas automotrices que le permitan proyectar y alcanzar su meta de 5 millones de automóviles para 2020.

Pero no solo se trata de cantidad sino de calidad: las principales inversiones se están destinando a fábricas de automóviles de alta gama y prestigio como Audi, BMV, Mercedes (dentro de una planta de Nissan), Touareg de Volskwagen, Mazda, Infiniti de Nissan, Kia, Honda y Toyota.

En ese sentido, el crecimiento cuantitativo es extraordinario; sin embargo, el cualitativo es más importante porque aumenta el valor promedio por cada unidad y posiciona a México como país ensamblador de marcas premium.

Este escenario revela una oportunidad magnífica para que desde ahora, y en los próximos años, los técnicos e ingenieros mexicanos conozcan y vivan los sistemas de manufactura avanzada de los principales países fabricantes de vehículos de alta tecnología -como Alemania, Japón, Corea, Italia y Estados Unidos-, mejoren sus procesos de producción y dirijan su fuerza comercial al mercado más grande de México: Estados Unidos.

En toda esta fase de consolidación de la industria automotriz mexicana, factores como la capacitación y el desarrollo del ingenio son muy importantes, en la medida en que permiten la innovación, mejoramiento y optimización de los procesos de fabricación, aspectos que las armadoras consideraron en su apuesta por México.

Además de la construcción de fábricas, varias empresas han desarrollado centros de tecnología como el de Delphi en Ciudad Juárez, el cual cuenta con más de 1000 ingenieros soportados por científicos de diferentes países, quienes han permitido que desde allí se generen más del 50% de las patentes para el país.

De otro lado, para que la innovación fluya es necesario un ambiente propicio; por ello, las Tier (proveedoras de componentes en la cadena de abastecimiento a las armadoras) que se están instalando en México tendrán que mantener sistemas de última tecnología, sistemas de mejora continua en la cadena de valor y centros de capacitación para el desarrollo de los técnicos e ingenieros mexicanos,  aprovechando el crecimiento asegurado del mercado en el corto y mediano plazo.