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En días pasados, la Asociación para la Automatización Avanzada (A3) realizó un evento con la finalidad de presentar sus nuevas oficinas en la ciudad de Querétaro, México. Con presencia en este país desde hace ya un par de años, su ubicación en el Bajío parecía ineludible debido al crecimiento de la industria de la región. La demanda de robots en México, por ejemplo, ha mantenido un crecimiento sostenido durante el último lustro, llegando a más de 3,800 unidades en 2017, más de 70 % de ellos dirigidos a la fabricación de automóviles y de sus componentes. La automatización se convertirá en una herramienta obligada para los talleres latinoamericanos.Â
Con la llegada de la era digital, y de los conceptos de Industria 4.0 o del Internet Industrial de las Cosas (IIoT), el costo de implementar sistemas de control y de monitoreo se reduce.
En el evento de la A3 estuvieron representantes de la Asociación para Manufactura, Tecnología y Soluciones (ATMS) y de Deutsche Messe (que llevarán a cabo Transformación Industrial México 2019, una versión de la reconocida Hannover Messe en la ciudad de León, Guanajuato también en el Bajío). La participación de estos organismos refleja el trabajo en conjunto que están desarrollando con el objetivo de fortalecer la diseminación de nuevas tecnologías en el país.Â
Con la llegada de la era digital, y de los conceptos de Industria 4.0 o del Internet Industrial de las Cosas (IIoT), el costo de implementar sistemas de control y de monitoreo se reduce. Muchos elementos comunes en las máquinas herramienta, como los dispositivos de sujeción, ya han asimilado estas nuevas tecnologías permitiendo, por ejemplo, controlar el torque de agarre, reducir el balanceo y acelerar el set up. Además, con la ayuda de pinzas controladas digitalmente y articuladas en brazos robóticos, los operadores pueden dedicarse a tareas de supervisión y aseguramiento de la calidad y precisión en la producción, con garantía plena de lograr repetitividad permanente. Â
Organismos como los ya mencionados están estructurando sus esfuerzos para “evangelizar” a la industria metalmecánica, no solo sobre su uso, sino sobre la posibilidad real de adquirir estas nuevas tecnologías y cómo sacarles el mayor provecho.Â
La edición Diciembre- Enero de Metalmecánica Internacional, dedicada a la innovación, precisamente explica cómo en la manufactura se están gestando procesos de inteligencia a partir de los nuevos dispositivos y componentes dentro y fuera de las máquinas. Resulta evidente que el desarrollo de las nuevas máquinas y periféricos orbita en la digitalización. Las empresas no deben considerarse ajenas a esta tendencia. La transición hacia una era digital en la producción metalmecánica está en marcha. Es el momento de hacer una correcta evaluación en torno a cuáles son las necesidades reales de nuevas tecnologías para cada taller. Pero es importante señalar que ya estamos en el umbral de una era de manufactura completamente digital.
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